En la vida de una persona cualquier cosa puede pasar, y en la muerte no digamos. Porque hay muchas cosas que lo mismo pasan o no, pero hay una que todos y cada uno de nosotros, incluyendo nuestros seres queridos, vamos a tener que sufrir: el fallecimiento.
Una circunstancia que se podría plantear es aquella en la que el fallecimiento de un familiar se produzca en el extranjero; es lo que ocurre, por ejemplo, cuando una persona muere inesperadamente estando de viaje. En este caso, al dolor y los problemas habitualmente relacionados con un hecho así, vienen a sumarse un montón de gestiones necesarias para traer de vuelta a casa los restos de nuestro ser querido y darle sepultura donde quizás siempre quiso reposar.
El seguro de repatriación de los seguros de decesos te evitará más problemas
En situaciones tan comprometidas y complicadas como esta, muchas personas pueden contar la suerte que tuvieron de tener suscrito un seguro de decesos. Esto es así porque la mayoría de los contratos de este tipo incluyen un seguro de repatriación del cuerpo, lo que significa que se le ahorra a los familiares el engorro de tener que hacer ellos los trámites por su cuenta.
En una circunstancia así, el objeto principal del seguro de decesos, aparte de correr con todos los gastos de un sepelio, es evitar que los familiares de un fallecido, ante esa difícil situación sobrevenida, tengan que realizar las pertinentes gestiones para la realización de dicho sepelio. En el caso anteriormente comentado de producirse el fallecimiento fuera del país de origen, el seguro de repatriación incluido en el seguro de decesos se hará cargo, a su vez, de todas las gestiones adicionales que hiciesen falta.
Los contratos de seguro de decesos contemplan el traslado internacional
La potencia del seguro de decesos en este tipo de circunstancias también puede contemplarse «al revés». El hecho de que los contratos de seguro de decesos contemplen el traslado internacional también puede ser un valor añadido para personas extranjeras residentes en España que tengan, sin embargo, el deseo de ser enterrados en su lugar de origen caso de fallecer.
Cada año, el seguro de decesos español aborda unas 500 situaciones de este tipo, a las que habría que unir unas 75.000 más que comportan traslado, pero ya sólo dentro del territorio nacional.
Cabe destacar que el seguro de decesos es el que tiene mayor número de asegurados en nuestro país, superando los veintidós millones de personas; cifra inequívoca de la valoración positiva que tienen los ciudadanos sobre este tipo de seguro.
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